viernes, 30 de agosto de 2013

De alcaldes, caciques y filofranquistas.

    Durante la llamada etapa de la transición much@s nos preguntábamos donde estaban los filofranquistas que años antes llenaban anualmente la plaza de Oriente de Madrid, ¿donde estaban tod@s l@s funcionari@s que copaban la administración del estado? ¿los jueces? ¿los militares nostálgicos? aquellos cuyo mérito para ocupar y desempeñar el cargo era la adhesión inquebrantable a los principios del movimiento.

    De repente todo el país se había convertido –políticamente hablando– en un país de demócratas de toda la vida y de centro, nos convertimos en el ejemplo mundial de la salida de las dictaduras.
   
    35 años llevamos preguntando ¿donde están y a quienes votan los herederos del franquismo? en los últimos días estamos recibiendo las respuestas, juventudes del PP comparecen sin ningún pudor haciendo ostentaciones franquistas y saludos fascistas, mientras alguno de sus mayores trata de justificar “los pecados de juventud de sus cachorros” demuestran obviedades; no sabemos si los pecados son por quitarse la piel de cordero y descubrir donde está agazapado el lobo fascista disfrazado de “demócrata de toda la vida”, o realmente porque creen que es una tontería.

    De todas formas cuando los mayores anulan cualquier clase de subvención para reparar la memoria histórica, potencian la cultura y simbología del franquismo y recortan toda clase de derechos al mismo tiempo que se dictan sentencias que permiten que los alcaldes nombren y cesen concejales, como auténticos caciques del siglo XIX, o tratan de igualar la II República con el franquismo e incluso se acusa a la República de ser responsable de un millón de muertos, no se acusa a los militares golpistas de derrocar un sistema democrático por la fuerza, no, a esos se les justifica y su simbología es utilizada por sus juventudes no hay que ser un lince para saber donde están los herederos de la adhesión inquebrantable a los principios del movimiento.