Sí, sabemos que estamos en plenas fiestas, y que todo lo que digamos pasará casi desapercibido, pero si anteayer aún teníamos alguna duda, hoy ya no tenemos ninguna: Hay una campaña en marcha, organizada desde su propio partido, para conseguir la renuncia de Amparo Fort a la alcaldía, y no, esta campaña es anterior a la charlotada de las fiestas.
Es necesario dejar claro que la situación kafkiana que se ha vivido en relación con la autorización de las fiestas es injustificable. La desidia, negligencia y torpeza con que se ha gestionado este asunto no pueden quedar como una mera anécdota; merecen al menos la reprobación y el cese de todos los responsables políticos implicados. Después de las fiestas, deberán exigirse todas las aclaraciones y responsabilidades; cada quien debe asumir las consecuencias de sus actos.
La interpretación de la Conselleria de Justicia e Interior respecto a la concesión de la autorización parece haber retorcido la legislación hasta hacerla irreconocible, aparentemente mediante la intervención, más o menos directa, del presidente del Consell, quien tenía claro que su partido no podía permitirse dejar a Chiva sin fiestas, ya que lo contrario supondría un coste electoral demasiado alto.
Desde que se conoció la no autorización de las fiestas, y con más o menos razón, se ha observado un posicionamiento muy claro de parte de la prensa de derechas, que nunca actúa sin un propósito, en contra de la postura ilógica, temerosa e incluso cobarde de la alcaldesa, quien, sin duda, ha estado mal asesorada o no se ha dejado asesorar.
Ayer, mediante publicaciones en medios de alcance nacional, empezó a notarse un claro posicionamiento en contra de la alcaldesa, un posicionamiento que hoy ha sido ratificado por medios regionales, incluyendo cuestiones que jamás habrían sido publicadas en otras circunstancias, referentes a desarrollos de plenos o a “J”, como llaman al asesor.
Para quienes no lo sepan o prefieran olvidarlo, “J” fue durante muchos años el asesor de Haro a través de la extinta empresa Civa, empresa que cobraba regularmente por sus servicios al Ayuntamiento de Chiva, casi siempre con reparos de legalidad, mientras que las empresas locales que suministraban al Ayuntamiento tardaban más de un año en cobrar. Ninguno de los medios que hoy parecen tan preocupados por Chiva, sus fiestas y su alcaldesa se interesó en su momento por cómo, cuándo, cuánto y de qué forma se pagaba a esa empresa, salvo este humilde blog que, con sus escasos recursos y tras meses de arduo trabajo, logró desenmarañar la tela de araña. “J” es la herencia del PP en publicidad, asesoramiento y marketing en Chiva, desde el año 2005.
No seremos nosotros quienes defendamos a la alcaldesa; desconocemos los apoyos con los que pueda contar a nivel municipal. Entendemos que en una candidatura donde dos concejales más querían encabezar la lista, no encontrará gran respaldo. A otros niveles, ha quedado claro que Mazón la ha dejado a los pies de los caballos, y aquí es donde se ha abierto la veda, con muchos cazadores organizando una única rehala de más de un color.