Cada pueblo tiene un atractivo que lo hace único, especial, el motivo por el que la gente va de visita o vacaciones al mismo.
En nuestro caso he llegado a la conclusión de que son los cinco charcos.
El primero y probablemente más popular entre la gente del pueblo es el “charco babacho”, charco natural en el barranco y en el que en el pasado, sobretodo niños, se bañaban en él, claro esto era años atrás, cuando todavía en el barranco había agua y fauna y flora autóctona.
El segundo es el de “San Isidro”, charco también natural y ubicado asimismo en el barranco, normalmente se nutría del agua de la fuente de San Isidro, fuente que manaba de forma natural y cuyas aguas servían también para abastecer la fuente de la plaza; la fuente desde hace unos años no mana, bien por falta de agua o porque las aguas que surtían las mismas han sido desviadas a otros cometidos, y ahora, cuando no mana agua, cuando no se puede garantizar mínimamente el abastecimiento de agua, alguien tuvo la brillante idea de llevar animales (probablemente el mismo que pretendía hacer un paseo en el barranco), animales que necesitan del agua para subsistir (ocas y patos), el charco lleva meses seco, con un residuo de aguas que lo ha convertido en una autentica ciénaga pestilente de barro, donde el hedor de la putrefacción del agua aleja hasta los propios animales.
El tercero está en el centro del pueblo, es la balsa de la plaza, santo y seña identitario, orgullo otrora de los chivanos y vergüenza en la actualidad, donde las aguas se encuentran tan corrompidas como los integrantes de algunos partidos, asusta el color y el olor de las mismas, los plásticos y demás basuras flotando en la misma, los animales que hay en la balsa tiemblan de miedo cada vez que les arrojan comida dentro de las aguas y tienen que meterse en las mismas si quieren comer. ¡Un reclamo turístico de primer orden!
El cuarto tampoco es natural, está construido y destruido por la mano del hombre, es la piscina del polideportivo, instalación modélica en su momento, envidia y referente para otras instalaciones del mismo tipo, hasta que alguien tuvo la feliz idea de colocarle un globo para cubrirla, globo que había que anclar al suelo para evitar que volase, con lo cual se destrozo todo el perímetro de la piscina y parte del alicatado, se colocaron aparatos para inflar el globo, para calentar el agua, etc., el resultado… ¡brillante!, el globo no se sabe donde está, el dinero invertido ¡tampoco!, y nadie ha tenido la decencia de asumir responsabilidades por incompetente, como el dinero es de todos, al parecer, a los responsables de la metedura de pata les importó poco lo que hicieron, tan siquiera han tenido la “vergüenza torera” de quitar la placa-recordatorio de la “modélica obra”, eso si para que no olvidemos tan insigne metedura de pata queda el artefacto de salida del aire robando espacio a los bañistas, monumento a la incompetencia sublime.
El quinto tampoco es natural, también ha sido construido por la mano del hombre como el anterior, éste está situado en el polígono industrial, ha sido bautizado con el pomposo nombre de “Piscina Municipal Cubierta”, ampliamente panfleteado y objeto de una pasada de photoshop para su venta al respetable, un charco de una longitud asombrosa ¡nada menos que 16 metros!. Gracias a los desvelos de Haro y su comparsa, la sustituta de Mireia Belmonte (no sabemos como se llamará) pero si que sabemos que será de Chiva, bueno o sino es de Chiva se entrenará en la nueva piscina cubierta municipal ¡menudas instalaciones! y… ¡menuda falta de sentido del ridículo!
En nuestro caso he llegado a la conclusión de que son los cinco charcos.
El primero y probablemente más popular entre la gente del pueblo es el “charco babacho”, charco natural en el barranco y en el que en el pasado, sobretodo niños, se bañaban en él, claro esto era años atrás, cuando todavía en el barranco había agua y fauna y flora autóctona.
El segundo es el de “San Isidro”, charco también natural y ubicado asimismo en el barranco, normalmente se nutría del agua de la fuente de San Isidro, fuente que manaba de forma natural y cuyas aguas servían también para abastecer la fuente de la plaza; la fuente desde hace unos años no mana, bien por falta de agua o porque las aguas que surtían las mismas han sido desviadas a otros cometidos, y ahora, cuando no mana agua, cuando no se puede garantizar mínimamente el abastecimiento de agua, alguien tuvo la brillante idea de llevar animales (probablemente el mismo que pretendía hacer un paseo en el barranco), animales que necesitan del agua para subsistir (ocas y patos), el charco lleva meses seco, con un residuo de aguas que lo ha convertido en una autentica ciénaga pestilente de barro, donde el hedor de la putrefacción del agua aleja hasta los propios animales.
El tercero está en el centro del pueblo, es la balsa de la plaza, santo y seña identitario, orgullo otrora de los chivanos y vergüenza en la actualidad, donde las aguas se encuentran tan corrompidas como los integrantes de algunos partidos, asusta el color y el olor de las mismas, los plásticos y demás basuras flotando en la misma, los animales que hay en la balsa tiemblan de miedo cada vez que les arrojan comida dentro de las aguas y tienen que meterse en las mismas si quieren comer. ¡Un reclamo turístico de primer orden!
El cuarto tampoco es natural, está construido y destruido por la mano del hombre, es la piscina del polideportivo, instalación modélica en su momento, envidia y referente para otras instalaciones del mismo tipo, hasta que alguien tuvo la feliz idea de colocarle un globo para cubrirla, globo que había que anclar al suelo para evitar que volase, con lo cual se destrozo todo el perímetro de la piscina y parte del alicatado, se colocaron aparatos para inflar el globo, para calentar el agua, etc., el resultado… ¡brillante!, el globo no se sabe donde está, el dinero invertido ¡tampoco!, y nadie ha tenido la decencia de asumir responsabilidades por incompetente, como el dinero es de todos, al parecer, a los responsables de la metedura de pata les importó poco lo que hicieron, tan siquiera han tenido la “vergüenza torera” de quitar la placa-recordatorio de la “modélica obra”, eso si para que no olvidemos tan insigne metedura de pata queda el artefacto de salida del aire robando espacio a los bañistas, monumento a la incompetencia sublime.
El quinto tampoco es natural, también ha sido construido por la mano del hombre como el anterior, éste está situado en el polígono industrial, ha sido bautizado con el pomposo nombre de “Piscina Municipal Cubierta”, ampliamente panfleteado y objeto de una pasada de photoshop para su venta al respetable, un charco de una longitud asombrosa ¡nada menos que 16 metros!. Gracias a los desvelos de Haro y su comparsa, la sustituta de Mireia Belmonte (no sabemos como se llamará) pero si que sabemos que será de Chiva, bueno o sino es de Chiva se entrenará en la nueva piscina cubierta municipal ¡menudas instalaciones! y… ¡menuda falta de sentido del ridículo!
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