Somos una minoría, inmensa, que siempre defendimos el postulado de que la derecha se acostó franquista y se levantó “demócrata” … ¡A la fuerza!
A fuer de no perder el tren europeo como durante tantos años y circunstancias había propiciado el rechazo por parte de Europa de la pérdida del mismo, con unas estructuras económico-sociales absolutamente desfasadas y que no permitían perder ningún otro tren, estado de necesidad le llaman… de apellido “democrático” y hacia ahí había que caminar… ¡Qué remedio!
Las estructuras estatales y funcionariales eran un fiel reflejo de la dictadura, donde la endogamia familiar y política eran los mayores méritos exigibles, de hecho, condición sine qua non era jurar los principios del movimiento para participar en el aquelarre de pertenecer a la élite funcionarial en todos sus ámbitos; nadie exigió una depuración de los mismos, tan siquiera unas conferencias sobre democracia y servicio público, por arte de birlibirloque de la noche a la mañana sin necesidad de abjurar de sus principios (los del movimiento ¡claro!) se reconvirtieron en demócratas “de toda la vida” incluso algun@s con capacidad de dar lecciones sobre la misma, dada su experiencia en democracia... orgánica ¡naturalmente!
En esto tuvo bastante culpa el PSOE de Felipe González, más preocupado en reconvertir el socialismo (si es que alguna vez hubo de eso en el partido de posguerra) a una socialdemocracia “descafeinada”, otanista y centrista, para que no se notará la alternancia con la derecha cuando llegará y mantener la dicotomía del bipartidismo.
Del “recambio” al socialismo, el PP (otras opciones estaban condenadas al ostracismo) mejor no hablar, a poco que rascases salían los sarpullidos del “papá” o “abuelo” del movimiento, y él por y para qué habían ganado una guerra… que ellos mismos iniciaron con un golpe de estado asesino y chapucero, al PP le cabe el “gran honor” de tener como fundador un exministro franquista.
Y en eso llegó… no, no era Fidel, como en la canción, era José Luís, Rodríguez Zapatero el que todo el mundo conoce por Zapatero, se promulgó una ley y se trató de dar consuelo, que no satisfacción, justicia ni reparación… ¡A buenas horas!, se llamó Ley 52/2007, de 26 de diciembre, Ley de Memoria Histórica contra la que se opuso solamente el PP, y se empezaron a desenterrar “desaparecidos” de los que había familias que no sabían si vivían o morían en muchos casos y, que tan siquiera figuraban como fallecidos en los Registros Civiles.
Y eso suponía que tirando del hilo aparecían “papás” y “abuelos” reconvertidos a “demócratas de toda la vida” que no tenían una hoja de servicios tan intachables, y situaciones que demostraban que la “historia contada” era una ficción, una falacia, y claro… ¡Nos van a desmentir la verdad inventada! ¡¿cómo se atreven?!
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