Según publican hoy en sus ediciones impresa y digital los periódicos, Las Provincias y Levante, Haro será juzgado por la Audiencia Provincial el próximo 15 de julio.
En todo el lapso de tiempo transcurrido desde que estalló el tema Casanova a todo el que ha querido escucharle, Haro ha jurado y perjurado que no llegaría a nada el tema, antes que se archivaría la denuncia, ahora que no será condenado, ya que la denuncia no ha sido archivada y el próximo paso es el juicio oral, pese a las múltiples puertas a las que se ha llamado.
En este tiempo transcurrido el ayuntamiento de Chiva ha tenido que hacer frente a todos los gastos ocasionados por un capricho, rabieta, pataleta o endiosamiento; los gastos de la defensa jurídica, naturalmente externa a los propios servicios jurídicos, lo cual viene a demostrar el grado de (des)confianza y de la capacidad que Haro tiene de sus asesores y demás personal, personal metido en su etapa de alcalde, e incluso el grado de (des)confianza en los servicios jurídicos de la Diputación, seguramente porque cualquier servicio jurídico de funcionarios no habría dilatado la defensa en base a recursos que ha quedado demostrado solo servían para aumentar la minuta y dilatar en el tiempo el problema.
Tanto si Haro es condenado como si no, habrá que exigir la devolución de las minutas y de los gastos ocasionados, una cosa es la defensa de un alcalde o concejal por un error o por una metedura de pata sin mala intención y a la que justamente tendrían derecho, otra muy distinta es por crear un problema donde no existía, por querer estar por encima del bien y del mal, por no admitir ninguna opinión en contra, en definitiva por un capricho o... ¡por chulería!
En el mismo saco hay que meter a quienes con sus votos a favor han permitido que esta situación se haya producido, con su colaboración o con su silencio, son igualmente responsables jurídica y económicamente.
Las Provincias 28/05/2013
Levante 28/05/2013