Conocíamos
la absolución de Haro al mismo tiempo que la rebaja de la condena del ex
presidente de Baleares, Jaume Matas, no somos técnicos en derecho ni lo
pretendemos, queda claro que el derecho no es una ciencia exacta sino todo lo
contrario, en el derecho todo se interpreta y visto lo visto cualquier
interpretación es válida.
En nuestro anterior escrito
manifestábamos nuestra sorpresa por la argumentación mantenida por la defensa,
que en ningún momento trato de desmentir o restar argumentos, al contrario se
daba por hecho que se había cesado a Casanova en un acto casi de justicia
divina, al parecer esa argumentación ha sido dada por buena por el tribunal
juzgador.
Como decíamos al principio el
tribunal ha interpretado que Haro puede hacer uso de cualquier dimisión que
posea en el cajón cuando quiera, al final se tratará de anular un acto
administrativo que no tiene responsabilidades penales, la interpretación del
juez instructor, fiscalía y defensa no sirve, tampoco la anulación del pleno
donde se aprobó el cese de Casanova debe tener ninguna consecuencia, como
mucho, con la interpretación del juzgador, a Haro hay que castigarlo con una
colleja –no muy fuerte, que tampoco es para tanto– , en definitiva es SU
interpretación.
Lo que realmente está soliviantando
a la sociedad y esta haciendo que no crea en la justicia ni en el sistema
político es que en la cárcel no se conocen cargos del PP, siempre existe una
interpretación del derecho que si no absuelve sus militantes anula las pruebas,
sino aplican la prescripción, sino se indulta, sino… no pasa nada porque el
presidente del tribunal constitucional sea o haya sido militante del PP… ¡así
nos va!